sábado, febrero 10, 2007

Me gustan estos dias en los que no me toca hacer nada. Me gusta cuando me quedo solo, porque no tengo que hablar con mucha gente, y asi me evito el tipico "pensar antes de hablar", que tanto desgasta cabezas. Me gustan los sábados en los que me quedo solo porque no necesito estar pendiente de nadie mas para poder salir a dar vueltas en un centro comercial sin que nadie me vea, y almorzar solo, o para poder quedarme en casa.

Pero lo que más me gusta, es que me acuerdo de un viejo yo con el que me gustaría poder tener un poco más de contacto, el yo que se leia los libro de Harry Potter en 2 dias, con mucho dolor de cabeza, o el mismo yo al que no le importaba tener una guitarra hohner descalibrada y un amplificador de pilas. Ese mismo que se confundió de por vida viendo Evangelion en cintas de VHS de pésima calidad.

Pero mañana es domingo. Y probablemente, tendré que volver a la vida real. Ahora soy diferente. Ni mejor ni peor, solo diferente. Con otras prioridades. Pero siempre recordando lo que el viejo yo aprendió.

No hay comentarios.: