Y hago una pausa en la realizacion de mi trabajo de Autogestión Empresarial (Guacala) para hacer un posto sobre algo que me ha dado vueltas la cabeza.
Los adelantos en banda ancha y los programas P2P han permitido que muchos navegantes como yo, melomanos por conviccion, tengamos a nuesra disposicion practicamente toda la musica del mundo "a un solo click de distancia", en unos pocos segundos (gracias WiMAX) y sin costo alguno.
Teorica y superficialmente, estos muy bueno porque nos ahorramos la plata de un disco y nos evitamos el disgusto de la poca disponibilidad de titulos en algunos generos raros. Ademas tenemos la oportunidad de estar siempre al tanto de las novedades musicales y descubrir bandas pequeñas que usan internet como su orincipal medio de difusión.
Pero en el fondo, esto nos permite llenarnos de un poco de canciones que solo escucharemos una o dos veces, y le perdemos el sabor a ahorrar para comprar ese anhelado CD cuyo artwork es del carajo. Ya no tenemos el encanto de escuchar el album una y otra vez, hasta en cansancio. Ahora solo descargamos musica, la guardamos en una carpeta, la escuchamos 3 o 4 veces y luego queda olvidada.
Esto puede ocasionar que ya no se escuchen mas canciones que puedan convertirse en clasicos, porque vemos que muchas melodias son producto de ideas rapidas (sin decir que sean malas) lanzadas rapidas al mercado (sin que sea siempre una decision incorrecta).
Lo que yo propongo es que disfrutemos más de un album. Que lo escuchemos varias veces antes de desecharlo y que tratemos de encontrar ese concepto encerrado en cada disco, cuál es la intención real de tener un conjunto de canciones en un determinado orden y meterlas en una circunferencia de acrilico.
Además, estoy panzón.
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